08.00h. Me levanto, me quito las legañas, me ducho, me pinto las uñas, me pongo desodorante hasta en la planta de los pies, me lavo a conciencia los dientes, me visto, me pongo la mejor de mis sonrisas y salgo de casa hacia la clínica Juaneda.
Con la puntualidad que me caracteriza (esto no es broma), llego 10 minutos antes a la recepción de la clínica.
Pregunto por la Srta. Tous e inmediatamente saben quién soy y que hago ahí (parece que no es muy frecuente que la gente se vaya a Australia por más de 3 meses). Me dicen que ya me esperaban y que mientras llega la doctora d’Eufemia (que no parece tan puntual como yo), me irán haciendo la radiografía.
Entrego los formularios, las fotos y el pasaporte en recepción. Debo ir un piso más abajo para que me hagan la radiografía.
En la recepción de esta sección también me esperan, saben quien soy, lo que quiero y que debo hacer (me parece que hoy voy a ser el centro de los comentarios de la clínica).
No me da tiempo casi ni a sentarme en la silla de la sala de espera, pues al mismo tiempo que desconecto mi móvil (no vaya a ser que las radiaciones afecten a mi genética y desarrolle poderes extraordinarios y llegue ser una superheroína… un momento, ¿por qué no lo dejé encendido?) suena mi nombre en la sala.
Entro, me pongo la bata azul y me colocan delante de una placa. No respire, respire. En menos de 10 segundos ya me han hecho la foto y puedo volver a la sala de espera.
Mientras conecto de nuevo el móvil (ahora tendré que salvar al mundo sin poderes), aparece la doctora d’Eufemia en recepción y me pide que le acompañe hasta su consulta.
Relleno los formularios, contesto a sus preguntas, me pesa, me mide (increíblemente mido menos que el año pasado), me pregunta cuantas dioptrías tengo en cada ojo de miopía, me pregunta si llevo o he llevado ortodoncia (la respuesta es no, aunque sea raro encontrar a alguien que tenga los dientes bonitos sin el uso de una), y por lo demás es un examen médico como otro cualquiera.
No hubo análisis ni de sangre, ni de orina (ni cogieron ninguna muestra de ADN, o eso creo…).
La doctora me confirma que estoy sana y que lo mandará todo a la embajada esa misma mañana.
Total, 09.45 de la mañana, y lo único que me falta es pasar por facturación, donde me devolverán mi pasaporte, y pagar la cuenta (a día de hoy, han sido 180€)
10.00h. Estoy fuera, yo pensaba que más tranquila, pero realmente, esto si parece el primer paso. Tengo ganas de seguir.
Os mantendré informados
Y no olvideis nunca…
VIVIR ES LA MAYOR AVENTURA
Labels
- Brisbane (16)
- Palma de Mallorca (22)
About Me
miércoles, 19 de mayo de 2010
Posted in |
Palma de Mallorca
|
1 Comments »
wooooo, entonces... ¿no tienes super poderes? ufff, ya no sé si me compensa seguir siendo amigo tuyo, jajajaa. La doctora se llamaba Eufemia de verdad? Y yo me quejaba de mi nombre... Aaaay cómo es la vida!! Siguiente paso? Ardemos de impaciencia!